Saltar al contenido

Exposición en el Modo Manual

19/02/2023
fotografia conceptos modo manual

La fotografía ha recorrido un largo camino desde sus inicios en el siglo XIX, y con la llegada de las cámaras digitales y luego los móviles, se ha vuelto más fácil que nunca (para cualquiera) capturar un momento con gran calidad.

Pero al pasarnos a una cámara profesional y comenzar a indagar en este mundo de la fotografía, el modo automático es la mejor forma de comenzar, sin embargo confiar únicamente en este modo puede limitar el potencial creativo de la fotografía.

Es por eso que es crucial para los fotógrafos, tanto aficionados como profesionales, aprender la exposición manual.

¿Qué es la exposición Manual en las cámaras?

La exposición es el término utilizado para describir la cantidad de luz que entra en la cámara y que se requiere para crear una imagen (recordemos el concepto de fotografía es pintar con luz).

La exposición manual significa tomar el control de las tres herramientas clave que controlan la exposición: velocidad de obturación, apertura e ISO.

La velocidad de obturación se refiere al tiempo que el obturador de la cámara está abierto, lo que permite que la luz entre y exponga la imagen. La apertura se refiere al tamaño de la abertura en la lente a través de la cual entra la luz. ISO, por otro lado, se refiere a la sensibilidad de la cámara a la luz.

El control de estos tres elementos permite al fotógrafo crear imágenes con cualidades artísticas únicas que no serían posibles con la configuración automática.

Por ejemplo, una velocidad de obturación rápida puede congelar la acción, mientras que una velocidad de obturación lenta puede crear un efecto de desenfoque de movimiento.

De manera similar, una apertura amplia puede crear una profundidad de campo baja, difuminando el fondo y atrayendo la atención hacia el sujeto, mientras que una apertura estrecha puede mantener enfocada toda la escena.

La comprensión de la exposición es fundamental para los fotógrafos, especialmente para aquellos que están comenzando en este maravilloso mundo de la fotografía. Al entender cómo funciona la exposición, los fotógrafos pueden tomar el control de su cámara y crear imágenes que reflejen su visión creativa.

¿Cómo empezar a dominar la exposición?

Para comenzar con la exposición manual, se necesitará una cámara que permita el control manual de la velocidad de obturación, la apertura y el ISO. Las cámaras DSLR de nivel básico como la Canon EOS Rebel T8i, Sony A6500 y la Nikon D3500 son excelentes opciones que no romperán tus finanzas.

También se puede considerar la compra de un objetivo fijo con una apertura amplia, como el Canon EF 50 mm f / 1,8 STM o el Nikon AF-S DX NIKKOR 35 mm f / 1,8 G, o un SONY 50mm para mejorar aún más las posibilidades creativas.

Sugerimos estas opciones porque el lente de 50mm se considera una excelente opción debido a su versatilidad y capacidad para producir imágenes nítidas y de alta calidad.

Como dato curioso el lente de 50mm tiene una distancia focal «normal», lo que significa que su ángulo de visión se asemeja al de la visión humana natural.

Esto hace que sea más fácil para los fotógrafos principiantes encuadrar y componer imágenes, ya que el lente de 50mm proporciona una perspectiva natural y no distorsiona la imagen.

Además, el lente de 50mm es relativamente económico en comparación con otros lentes, lo que lo convierte en una buena opción para aquellos que recién comienzan y tienen un presupuesto limitado.

También es un lente ligero y compacto, lo que lo hace fácil de transportar y usar en diferentes situaciones de fotografía, como retratos, paisajes, fotografía callejera, entre otros.

Más sugerencias:

Una vez configurado el equipo, el siguiente paso es practicar el ajuste de las tres herramientas clave para crear diferentes efectos.

Experimenta con diferentes velocidades de obturación para capturar movimiento, ajusta la apertura para controlar la profundidad de campo y juega con ISO para compensar las condiciones de poca luz.

Personalmente, he descubierto que aprender la exposición manual me ha permitido crear imágenes que realmente capturan la esencia y cuentan de verdad la historia de determinado momento.

Imagina el poder de congelar el tiempo o detener a un deportista de alto impacto en medio de la acción o desenfocando el fondo (bokeh) para enfocar un detalle específico, las posibilidades creativas son infinitas.

La exposición manual también me ha dado la capacidad de adaptarme a situaciones de iluminación desafiantes, como poca luz o luz solar intensa, sin sacrificar la calidad de la imagen.

Aprender la exposición manual puede parecer desalentador al principio, pero es una habilidad que vale la pena el esfuerzo.

Disparar en modo manual permite al fotógrafo tener un control total sobre el proceso creativo, lo que da como resultado imágenes que son verdaderamente únicas y reflejan la visión del fotógrafo.

Si estás interesado en dominar la fotografía y aprender más sobre la exposición manual, considere comprar mi Curso de Inicio de Fotografía. El curso está diseñado para guiar a los principiantes a través de los fundamentos de la fotografía, incluida la exposición manual, y proporciona consejos y trucos para ayudarlos a llevar tu fotografía al siguiente nivel.

¿Cuándo es ideal usar el modo manual en tu cámara?

En fotografía, el modo manual es recomendable en situaciones de luz constante, como en interiores con luz artificial o en paisajes con luz natural estable.

También es útil para fotografiar con flash manual y para realizar fotografías de larga exposición. En estos casos, el fotógrafo tiene control total sobre los parámetros de la cámara y puede configurarlos según su preferencia.

Por otro lado, la compensación de la exposición es útil cuando la cámara no está en modo manual y se quiere ajustar la exposición de la imagen.

Este modo permite ajustar la luminosidad de la imagen en pasos de luz positivos o negativos, hasta un máximo de tres.

La compensación de la exposición es útil cuando se fotografía en situaciones con luz cambiante, como en exteriores durante el amanecer o el atardecer, y para ajustar la exposición en situaciones en las que la cámara automática ha hecho una lectura incorrecta, como cuando hay un objeto muy luminoso o muy oscuro en la escena.

Cuando hay Contraste entre Sujeto y Fondo

En algunas situaciones, el sujeto que queremos fotografiar tendrá una gran diferencia de luminosidad respecto al fondo. Por ejemplo, si estamos en un atardecer y el sujeto está en sombra o si estamos fotografiando a alguien con un fondo muy luminoso.

En estos casos, la cámara puede tener dificultades para exponer correctamente tanto al sujeto como al fondo. Si utilizamos el modo manual, deberíamos elegir una exposición que equilibre ambos elementos, lo cual puede resultar complicado.

En cambio, utilizando la compensación de exposición podemos sobreexponer o subexponer la imagen según nuestras preferencias, de modo que podamos destacar el sujeto o el fondo según lo que queramos transmitir.

Cuando se Realizan Fotografías en Ráfaga

Si necesitamos realizar fotografías en ráfaga, el modo manual puede no ser la mejor opción, ya que la velocidad de obturación y la apertura no se ajustarán automáticamente a la velocidad de disparo.

En cambio, con la compensación de exposición, podemos realizar disparos en ráfaga y ajustar la exposición entre toma y toma. De esta forma, podemos tener un mayor control sobre la exposición de cada imagen y lograr un resultado más uniforme.

Cuando se Realizan Fotografías con Luz Artificial

En situaciones donde se trabaje con luz artificial, como en un estudio fotográfico o en eventos con iluminación específica, es posible que el modo manual no sea la mejor opción, ya que la luz puede cambiar constantemente.

En estos casos, es mejor utilizar la compensación de exposición para ajustar la imagen según la luz que tengamos en cada momento, en lugar de tener que cambiar manualmente la configuración de la cámara cada vez que cambie la luz.

Conclusiones

En resumen, tanto el modo manual como la compensación de exposición son herramientas muy útiles en fotografía, y cada una tiene sus ventajas e inconvenientes según la situación en la que nos encontremos.

Lo importante es conocer bien ambas opciones para poder elegir la que mejor se adapte a cada situación y lograr los resultados que buscamos.